Si el culto al signo de la Cruz, y a su máxima representación
expresada en los fragmentos de la llamada Vera Cruz, alcanzo gran
extensión y reconocimiento popular, mas “éxito” obtuvieron las reliquias
del madero sagrado que estaban conservadas en los llamados Lignum
Crucis que eran representados con la forma de la Cruz Patriarcal, siendo
a partir de estas cuando aparecen las famosas Cruces Talismánicas que
tanta veneración han suscitado y suscitan como es el caso de la Cruz de
San Zacarías, Cruz de la Luna, Cruz de San Bartolomé y otras muchas mas
representadas siempre con la forma de la cruz Patriarcal es decir una
Cruz que se muestra con cuatro brazos y que son poseedoras de algún
poder mágico- terapéutico como puede ser el curar la peste, las fiebres,
etc.

Estas
Cruces que alcanzan una gran fama suelen estar en posesión de alguna
Casa Sagrada del Temple, los Monjes guerreros solían utilizarlas en las
Ceremonias y rituales de admisión de nuevos miembros en la Hermandad
ceremoniales propios de la Caballería en las que el aspirante a
Caballero del Temple debía jurar por su vida fidelidad a la Orden y a
todas sus reglas ante el Lignum Crucis que le presentaba el Maestre por
regla general ya que a defecto de este podía ser el comendador, Bailio o
el Prior de la provincia. Esta utilidad queda demostrada en un Breve
del Papa Honorio III que acompañaba al Lignum Crucis y que había sido
regalado a los Caballeros Templarios de Segovia: “…para perpetuar su
culto a Los Caballeros Templarios al acto de su profesión, como
principal y glorioso trofeo de esta militar Orden, etc…”; F. J. Cabello y
Dodero, La Iglesia de la vera Cruz,
pag.14 y 15.
Pero hemos de hacer constar que el Lignum Crucis de Los Caballeros
Templarios presidía también otros ritos de estos Caballeros ya que
también estaba presente en los actos de la Festividad de la Candelaria (
Virgen Negra o Moreneta) fiesta que obligatoriamente debía de
celebrarse en las encomiendas Templarias, según el Artículo 75 de la
regla primitiva.
La lógica se impone en los Lignum Crucis ya que si no existen realmente
Cruces de cuatro brazos es que estamos hablando claramente de dos Cruces
sobrepuestas con un par de brazos cada una, cosiguiéndose con esta
nueva Cruz unificar el poder “mágico” y todo el esoterismo de las dos
cruces en una sola, un ejemplo claro de este hecho lo tenemos en el
comentario que el Secretario del Papa Honorio III nos hace referente a
como el Santo Padre creó el Lignum Crucis que luego después envió a los
Caballeros Templarios de Segovia:
-“Tomo de un fragmento del brazo derecho de la Cruz del Salvador
del que formo dos Cruces y reunidas la una sobre la otra en forma de
Cruz Patriarcal.” Y tal es el caso que si realizamos la partición
de la Cruz Patriarcal a la altura de los brazos mayores obtendremos dos
nuevas cruces siendo una de ellas la Cruz Tau y otra una cruz Griega.
Siendo ambas Cruces simbólicas de la Orden del Temple; La Cruz exotérica
Griega y la Cruz esotérica Tau y como ya hemos dicho su unión nos
proporciona la Cruz Patriarcal y con esta unión obtenemos un símbolo del
sincretismo religioso, filosófico y Político; propio del pensamiento
dualista de la Orden del Temple.
Estos relicarios en forma de Lignum Crucis fueron muy numerosos en
las casas Sagradas del Temple, pero en la actualidad estos relicarios
son muy escasos, hemos llegado a constatar hasta 13 de ellos
relacionados con la Orden del Temple de los cuales seis se conservan en
la actualidad siendo tan solo cinco auténticos, ya que el que está en
Caravaca de Murcia es una reproducción ya que el Original fue robado en
el año 1934. Los otros cinco auténticos que se guardan los tenemos: uno
en Ponferrada (León) otro en Miraflores (Segovia), Bagá (Barcelona),
Murugarren (Navarra), y Zamora en su Catedral.
Los que han desaparecido han sido los de Torres del Río (Navarra),
Villalcazar de Sirga (Palencia), Villamurriel de Cerrato (Palencia),
Alfambra (Teruel), Artajona (Navarra), Maderuelo ( Segovia) y por ultimo
Montesa (Segovia).
Todas estas Cruces o relicarios templarios están rodeadas de un halo de
misterio, magia y milagrería, contándose sobre ellas curiosas
tradiciones y consejas dignas de un profundo análisis.