El reino de los cielos


 Kingdom of Heaven (El reino de los cielos en España y Cruzada en Hispanoamérica) es una película épica escrita por William Monahan y dirigida por Ridley Scott. Estrenada el 6 de mayo de 2005, la cinta trata sobre las cruzadas en el siglo xii, específicamente en el llamado sitio de Jerusalén de 1187.

Descripción de la Apariencia de los Templarios:

templar
El abad Bernardo (futuro San Bernardo de Claraval) en su escrito "De laude novae militiae" ofrecía esta semblanza acerca de la apariencia de los nuevos caballeros del Temple (en una época donde era considerada una muestra de debilidad y vanidad el peinarse o lavarse demasiado):
“Para cada uno de ellos la disciplina es una devoción y la obediencia una forma de respetar a sus superiores: se marcha o se regresa a la indicación de quien supone la autoridad. Todos llevan el vestido que se les ha proporcionado y a nadie se le ocurriría buscar fuera comida o ropajes. Porque estos caballeros mantienen fielmente una existencia compartida, sencilla y alegre, sin esposa ni hijos. Jamás se les verá ociosos o buscando aquello que no les interesa. Nunca dan muestras de ser superiores a los demás. Todos muestran más respeto al valiente que al noble. Odian los juegos de los dados y el ajedrez, por nada del mundo participarían en cacerías, se rapan el cabello al ras, en ningún momento se peinan, en escasas ocasiones se lavan, su barba siempre aparece hirsuta y sin arreglar, van sucios de polvo y su piel aparece curtida por el calor y la cota de malla. Un Caballero de Cristo es un cruzado en todo momento, al hallarse entregado a una doble pelea: frente a las tentaciones de la carne y la sangre, a la vez que frente a las fuerzas espirituales del cielo. Avanza sin temor, no descuidando lo que pueda suceder a su derecha o a su izquierda, con el pecho cubierto por la cota de malla y el alma bien equipada con la Fe. Al contar con estas dos protecciones, no teme a hombres ni a demonio alguno. ¡Moveros con paso firme, caballeros, y forzad a la huida al enemigo de la Cruz de Cristo! ¡Tened la seguridad que ni la muerte ni la existencia os podrán alejar de su caridad! ¡Glorioso será vuestro regreso de la batalla, dichosa vuestra muerte, si ocurriera, de mártires en el combate!”

Siete secretos templarios

Los templarios eran expertos guerreros. Tenían códigos secretos y se daban las órdenes en silencio, con movimientos, para no alertar al enemigo”. Para escribir el libro Enclaves templarios (Edaf), la historiadora María Lara Martínez (Guadalajara, 1981) ha recorrido España durante más de cuatro años buceando en archivos y recogiendo leyendas. Historia y misterio. Mitad monjes, mitad guerreros, los caballeros de la Orden del Temple, fundada en Francia en 1118 o 1119, debían proteger a los peregrinos de camino a Jerusalén. Tenían esa misión, pero además “fueron pioneros como banqueros y en la búsqueda del conocimiento”, explica la autora, quien elige siete enclaves españoles para acercarse a su legado.

01 Ponferrada (León)

Castillo templario de Ponferrada (León). / G. Azumendi
El castillo de Ponferrada recrea la relación tan estrecha que tenían los templarios con la naturaleza y lo esotérico. La tradición asegura que tenía 12 torres que estaban relacionadas con las constelaciones del Zodiaco. Hoy se puede visitar (fue reabierto en 1998 tras su rehabilitación y la realización de excavaciones arqueológicas). Enorme, su eje mayor mide 165 metros y la anchura es de casi 100 metros. Su origen se sitúa en los siglos XII y XIII, cuando los templarios fortificaron el área, aunque tras la disolución de la orden, en 1312, el recinto fue evolucionando. Construido con pizarra, granito y cantos rodados, conserva numerosos restos de las diferentes fases históricas.

02 La Vera Cruz (Segovia)

Está asociada a los templarios y a otros caballeros del Santo Sepulcro. La iglesia de la Vera Cruz, fechada en 1208, tiene planta de 12 lados con un anillo circular en el interior, algo que caracteriza a la orden, ya que cuando llegan de Jerusalén quieren reproducir el modelo de la basílica del Santo Sepulcro y de la Cúpula de la Roca.

03 Monsacro (Asturias)

Este enclave ha sido elegido desde tiempos remotos por diferentes culturas debido a su situación estratégica. Contiene vestigios de monumentos megalíticos que pudieron despertar la curiosidad de los templarios. El Monte Sagrado, así se traduce, es un punto de encuentro de peregrinos. Pertenece al Concejo de Morcín y nos sirve para explicar la importancia de la Orden del Temple en el Camino de Santiago para asegurar las rutas y proteger a los viajeros.

04 Santa María de Eunate (Navarra)

Se encuentra a pocos kilómetros de Muruzábal, en pleno Camino de Santiago. Es una iglesia románica del siglo XII. Eunate significa 100 puertas en euskera y cuenta con una arcada que rodea el templo, claustro externo a modo de deambulatorio de impresionante belleza. Tuvo un cementerio de peregrinos con la concha y el hábito como emblema. Cuenta la leyenda que el rey Salomón entregó los restos de la reina de Saba para que fueran enterrados en el Camino de Santiago, y que en esta iglesia estaría grabada, cifrada, la ubicación de la tumba.

05 Guadalajara

Entre los cursos del Alto Tajo y la frontera con Aragón, los templarios hallaron en Guadalajara tierras feraces donde instalarse. A las huellas que dejaron por Albalate de Zorita, Zorita de los Canes, Peñalver y Torija se suman en la región atencina la ermita de Santa Coloma de Albendiego, con la cruz octopuntada en las tracerías del ábside, y la iglesia de San Bartolomé de Campisábalos, adornada por un friso agrícola en el que los neumas del románico rural esparcen salmodias por la arquitectura negra.
javier belloso
En la capital arriacense, las Relaciones Topográficas de Felipe II y los cronistas del siglo XVII datan los orígenes del convento de San Francisco a comienzos del XIII, cuando por empeño de la reina doña Berenguela, señora de Guadalajara y madre de Fernando III el Santo, se construyó un monasterio para el Temple. Al disolverse la orden, las infantas Isabel y Beatriz, hijas de Sancho IV y también señoras de Guadalajara, donaron el lugar a los frailes.

06 Castillo de Monzón (Huesca)

La plaza de Monzón fue conquistada por los cristianos a finales del siglo XI. Su propiedad llegó a los templarios en el año 1143. En la portada puede observarse un crismón y varios motivos florales, mientras que su interior es bastante sencillo, aunque con un examen más atento se encuentran las esculturas de dos rostros animales, un lobo y una cabra. Existía en el templo un camino subterráneo que llegaba hasta la fuente de Santa Quiteria. Otras dependencias que fueron añadidas por los templarios son las caballerizas y las bodegas.

07 Jerez de los Caballeros (Badajoz)

El castillo de Jerez de los Caballeros se alza sobre un cerro y alrededor se extiende la localidad del mismo nombre en la zona occidental de Sierra Morena. Jerez de los Caballeros perteneció a los musulmanes hasta su reconquista en el año 1238, llevada a cabo por Alfonso IX con ayuda de las órdenes del Temple y de Santiago, como recuerda su nombre.
Cuando se disolvió el Temple en 1312, la leyenda dice que los caballeros se enfrentaron a la corona encerrándose en el castillo. Tras una larga lucha, fueron asesinados, y desde entonces uno de los baluartes de la muralla es conocido como Torre Sangrienta.

El Lignum Crucis

Si el culto al signo de la Cruz, y a su máxima representación expresada en los fragmentos de la llamada Vera Cruz, alcanzo gran extensión y reconocimiento popular, mas “éxito” obtuvieron las reliquias del madero sagrado que estaban conservadas en los llamados Lignum Crucis que eran representados con la forma de la Cruz Patriarcal, siendo a partir de estas cuando aparecen las famosas Cruces Talismánicas que tanta veneración han suscitado y suscitan como es el caso de la Cruz de San Zacarías, Cruz de la Luna, Cruz de San Bartolomé y otras muchas mas representadas siempre con la forma de la cruz Patriarcal es decir una Cruz que se muestra con cuatro brazos y que son poseedoras de algún poder mágico- terapéutico como puede ser el curar la peste, las fiebres, etc.
Estas Cruces que alcanzan una gran fama suelen estar en posesión de alguna Casa Sagrada del Temple, los Monjes guerreros solían utilizarlas en las Ceremonias y rituales de admisión de nuevos miembros en la Hermandad ceremoniales propios de la Caballería en las que el aspirante a Caballero del Temple debía jurar por su vida fidelidad a la Orden y a todas sus reglas ante el Lignum Crucis que le presentaba el Maestre por regla general ya que a defecto de este podía ser el comendador, Bailio o el Prior de la provincia. Esta utilidad queda demostrada en un Breve del Papa Honorio III que acompañaba al Lignum Crucis y que había sido regalado a los Caballeros Templarios de Segovia: “…para perpetuar su culto a Los Caballeros Templarios al acto de su profesión, como principal y glorioso trofeo de esta militar Orden, etc…”; F. J. Cabello y Dodero, La Iglesia de la vera Cruz, pag.14 y 15.
Pero hemos de hacer constar que el Lignum Crucis de Los Caballeros Templarios presidía también otros ritos de estos Caballeros ya que también estaba presente en los actos de la Festividad de la Candelaria ( Virgen Negra o Moreneta) fiesta que obligatoriamente debía de celebrarse en las encomiendas Templarias, según el Artículo 75 de la regla primitiva.
La lógica se impone en los Lignum Crucis ya que si no existen realmente Cruces de cuatro brazos es que estamos hablando claramente de dos Cruces sobrepuestas con un par de brazos cada una, cosiguiéndose con esta nueva Cruz unificar el poder “mágico” y todo el esoterismo de las dos cruces en una sola, un ejemplo claro de este hecho lo tenemos en el comentario que el Secretario del Papa Honorio III nos hace referente a como el Santo Padre creó el Lignum Crucis que luego después envió a los Caballeros Templarios de Segovia:
-“Tomo de un fragmento del brazo derecho de la Cruz del Salvador del que formo dos Cruces y reunidas la una sobre la otra en forma de Cruz Patriarcal.” Y tal es el caso que si realizamos la partición de la Cruz Patriarcal a la altura de los brazos mayores obtendremos dos nuevas cruces siendo una de ellas la Cruz Tau y otra una cruz Griega. Siendo ambas Cruces simbólicas de la Orden del Temple; La Cruz exotérica Griega y la Cruz esotérica Tau y como ya hemos dicho su unión nos proporciona la Cruz Patriarcal y con esta unión obtenemos un símbolo del sincretismo religioso, filosófico y Político; propio del pensamiento dualista de la Orden del Temple.
Estos relicarios en forma de Lignum Crucis fueron muy numerosos en las casas Sagradas del Temple, pero en la actualidad estos relicarios son muy escasos, hemos llegado a constatar hasta 13 de ellos relacionados con la Orden del Temple de los cuales seis se conservan en la actualidad siendo tan solo cinco auténticos, ya que el que está en Caravaca de Murcia es una reproducción ya que el Original fue robado en el año 1934. Los otros cinco auténticos que se guardan los tenemos: uno en Ponferrada (León) otro en Miraflores (Segovia), Bagá (Barcelona), Murugarren (Navarra), y Zamora en su Catedral.
Los que han desaparecido han sido los de Torres del Río (Navarra), Villalcazar de Sirga (Palencia), Villamurriel de Cerrato (Palencia), Alfambra (Teruel), Artajona (Navarra), Maderuelo ( Segovia) y por ultimo Montesa (Segovia).
Todas estas Cruces o relicarios templarios están rodeadas de un halo de misterio, magia y milagrería, contándose sobre ellas curiosas tradiciones y consejas dignas de un profundo análisis.

Las Cruces procesionales y de demarcación del Temple

Hemos observado que durante la época que la Orden existió en Mallorca aparecieron varias Cruces procesionales y de demarcación ( delimitaban los terrenos del Temple) con la imagen de dos Cristos colocados cada uno en una cara de la Cruz, el hecho de que durante la época del Gótico adoptase esa dualidad de tener 2 Cristos representados en la misma Cruz uno de ellos crucificado y el otro sentado en un Trono es por que los templarios ( del 1118 al 1315) aunque aceptaban que Cristo murió en la Cruz también recordaban de esta manera que luego resucitó como consta en las escrituras y que esta sentado a la derecha del Dios Padre.
Si bien existen algunos investigadores que apuntan que esa visión de dualidad se perfila como un recordatorio para que tengamos presente que Él es el Rey de Reyes, de hay que nos lo muestren sentado en un trono.
Sea como fuere era mejor recordarlo resucitado y sentado en su trono puesto que no ha existido padre al que le gustase que sus hijos le recordaran así (crucificado), además se consideraba que si él hubiera querido eso; no hubiera resucitado, hemos de tener presente que el milagro de la resurrección es lo que le da la divinidad ante los hombres y no su muerte aunque esta fuera para el perdón de nuestros pecados.
Pienso a titulo personal que él prefiere que recordemos su palabra sus enseñanzas y si fue todo amor, no creo que le guste que le recordemos así…
Pero repito que es una opinión personal y uno de los motivos de esta dualidad simbólica. Dualidad que podemos encontrarla en Montuiri junto a la Parroquia cerca de la Calle del Pou del Rey donde nos encontramos con una Cruz potenzada de aspecto espinoso sobre un capitel octogonal que también tiene a un Cristo Crucificado y a otro en su trono recordemos que esta población perteneció a la citada Orden del temple.
Así mismo en la Parroquia de Porreras que también perteneció a la Orden encontramos una Cruz Patriarcal Procesional Templaria, la citada Cruz que es de plata y esmaltada en sus cabos también tiene representados a los dos Cristos.
Esta es una de las formas realistas que tenían los Caballeros Templarios de ver y recordar la vida de nuestro señor Jesucristo, sucede lo mismo que con las “Vírgenes negras o morenetas” o los “Cristos negros” (que es como se les llama) Si tenemos en cuenta que tanto Belén como Jerusalén están en lo que conocemos como Oriente y que allí las personas son de tez y piel oscura ( morena = Morenetas) entenderemos por que durante la época Templaria aparecieron toda esa gran cantidad de vírgenes “morenetas” ( la de Lluch por ejemplo) y de otros tantos, aunque menos, Cristos de piel oscura. Es un tema de lógica ya que allí ni existen ni han existido personas de tez pálida.
Aunque también hemos de tener en cuenta que esa blanca palidez es sinónimo de “pureza” no obstante me gusta mas emplear la lógica y ser realista y por ello personalmente me inclino mas por las Vírgenes y Cristos de piel morena, además hay que destacar que es mucha la gente que siente devoción por estas Vírgenes como es el caso de la del Pilar en Zaragoza y otras tantas que están repartidas por la geografía no solo Nacional si no también Mundial.
En la parte de abajo podemos ver un ejemplo de dichas Cruces, si bien también observaremos algunas de ellas que son una especie de mezcla entre dos de las Cruces representativas de la Orden del Temple; pensamos que ello es debido a un querer unificar el significado ya sea espiritual o esotérico de dos Cruces en un intento de conseguir una Cruz que represente los valores a los que los Templarios se consideraban sujetos en aquel enclave o “Casa”, y de esta forma se conseguía no solo unificarlos si no que además lograban crear un símbolo con el que sentirse identificados y que además era comprensible esotéricamente hablando; para todo aquel que realmente estaba iniciado en las Ciencias Sagradas.
Quizás por ello existieron en la Historia del Temple toda esta variedad de Cruces; Pretendiendo con ello que cada preceptoría, Bailiazgo o Priorato tuvieran un distintivo acorde con las funciones que debían de realizar o para las que estaban asignados y se conseguía de esta forma; la expresión de unas reglas, conocimientos o deberes de una forma muda; es decir por signos ( Cruces) comprensible solamente para los eruditos en la materia.

La Cruz como Distintivo

Pensamos que reconocer que Cruz o Cruces oficiales tuvo la Orden del Temple nos ayudaría a identificar muchos edificios que son atribuidos al Temple de forma dudosa o que documentalmente es una atribución indemostrable, en especial si otras ordenes pretenden adjudicarse fraudulentamente la paternidad de estas construcciones.
Sabemos por el P. Mariana, Acuña y el Marques de Avilés que al principio de la Orden (1118) no usaron Cruz y que la primera que ostentaron fue una Patriarcal de grana, es decir, con dos travesaños cosida en el manto sobre el hombro izquierdo y no sobre el derecho como han dicho algunos escritores.
Por otra parte el autor anónimo del “Resumen Histórico de la Fundación del Temple… (Imprenta Fuentenebro- Madrid Pág.21) nos dice que “Los Caballeros del Temple tenían por divisa una Cruz roxa con dos traviesas como la de Caravaca, y manto blanco.”
Por otro lado Campomanes es tajante: “ Les dio el Patriarcha Eftevan de mandato del Papa Honorio II, hábitos blancos fin Cruz hafta que pofteriomente, en tiempo del Papa Eugenio III, pufieron cruces roxas en fus Mantos y Eftandartes… Pero diciendo Vitriaco que era fencilla Ancorada” parece ser que este Vitriaco no era otro que Jacques de Vitry, Obispo de Acre en 1214 y luego Patriarca de Jerusalén en el año 1239 quien en su “Historia Orientalis” nos dice:
-“ El qual Templo tiene buenos caballeros, que traen capas blancas, con una Cruz roxa fencilla, una Vandera o Eftandarte de dos colores, que llaman Baucant, va delante de ellos en las batallas.”
Otros Cronistas contemporáneos a Jacques de Vitry como fulk de Chartres o G. de Tiro (1130- 1193) le contradicen, por lo que deducimos que primero llevaron la patriarcal por deferencia al patriarca de Jerusalén y al Santo Sepulcro (donde estaba la cruz Patriarcal) y que luego cuando el Papa Eugenio III les asigno una llevaron una cruz sencilla ancorada ( similar a la paté).
Lo que cuesta entender es que existieran unos diez o quince modelos de Cruces Templarias aproximadamente, podemos reducir este muestrario a cinco modelos básicos: La Griega, La Paté, La Tau, La de las ocho Beatitudes y la Patriarcal. Las demás Cruces pensamos que serian más o menos circunstanciales.
De estas cinco la dos más usuales son la Griega y la Paté, pues figuran en muchos sellos de la Orden, así como en tumbas de Caballeros, Pinturas de Iglesias y Estelas Discoidales, teniendo las otras tres Cruces un uso más restringido, pudiendo verse solamente en algunas Iglesias, Casas, Castillos, algunos documentos y en tumbas de Caballeros muy particulares como en el caso de Noya (Galicia) donde sobre unas veinte lápidas Templarias podemos observar la Cruz Tau, o como en la Isla de Escocia que los Templarios utilizan como cementerio donde predomina la Cruz de las ocho beatitudes.
Parece ser que esta diversidad de cruces diferenciaba en varias categorías a los Caballeros del Temple; no solo en un sentido literalmente Jerárquico sino también de forma cualitativa esotéricamente hablando o también de distribución geográfica ( Paté-Portugal, Patriarcal-Jerusalén, Ocho Beatitudes-Escocia, etc.)
Así la Cruz Griega parece predominar en la Provincia Templaria de castilla, también en el Sarcófago del Infante D. Felipe, en Villasirga (Palencia) y la Piedra Armera del Castillo de Fregenal (Badajoz).
La Cruz Paté por ejemplo fue la insignia de la Orden del Temple en Portugal, si bien al producirse la supresión de la Orden del Temple, los Caballeros de la Orden de Cristo la emplearon pero inscribiendo la Cruz Griega en su interior.
La Cruz Paté también predominó en la Corona de Aragón y en Inglaterra donde aun la portan.
La Cruz Tau que es la cruz de los elegidos del Señor (Dios) en el día del juicio final según el Apocalipsis Bíblico. Tubo especial utilización en el Castillo de Ponferrada y la Casa de Astorga en León. También se utilizó en Noya (Galicia) y en algunos enclaves Templarios de especial valor “mágico” o “esotérico”.
La Cruz de las Ocho Beatitudes a parte de ser una variante de la Cruz paté fue principalmente utilizada en Escocia, aunque su utilización fue un tanto especial pues de ella se extrajo el Alfabeto Secreto Templario. Esta Cruz en su interior encerraba otra más pequeña de tipo Paté con tres brazos rojos y el cuarto dorado, era utilizada como clave criptográfica para descifrar el mencionado alfabeto secreto de la Orden, que se utilizaba para cifrar ( y descifrar) documentos, cartas, letras de cambio, etc. Mediante unos signos geométricos de forma triangular contenidos en la citada Cruz.
Finalmente hablaremos de la Cruz Patriarcal a parte de haber sido la primera (no oficial) que portaron, era la insignia distintiva del Gran Maestre y altos dignatarios de la Orden. Parece ser la indicada para marcar diversas construcciones de carácter mistérico- iniciático como por ejemplo: Eunate y Aberin (Navarra), Vera Cruz (Segovia), Santo Sepulcro de Torres (Navarra). No debemos olvidar que esta forma se adoptó para los Lignum Crucis (relicarios) que abundan en las Casas Templarias, que se utilizaban en las ceremonias de admisión a la Orden y en los rituales de iniciación.
Sobre esta Cruz la tradición dice que si un niño a llorado estando en el vientre de su madre y además tiene marcada en el paladar una Cruz de Caravaca, posee el “don” o la “gracia” y puede manifestarse como un gran curandero.

La Cruz de Torres del Río

Es una Cruz muy similar a la Patriarcal se diferencia de esta en que sus dos barras horizontales están opuestas es decir la barra larga esta arriba y la corta esta abajo mientras que en la Patriarcal pasa lo contrario, poco sabemos de esta Cruz, no obstante diremos que hasta la fecha hemos descubierto que tiene la misma forma que la Cruz de Jerusalén pero esta coloreada de color rojo mientras que la de Jerusalén era de color Amarillo sobre fondo blanco. No olvidemos que el color rojo era el color de las Cruces de la Orden del Temple. Pensamos que la elección de esta forma de cruz pudo ser debido a la importancia que tenia Jerusalén no solo para la Orden del Temple sino también para el mundo Cristiano. Parece como si intentaran indicarnos sobre el sacrificio ( la portaban roja) que se había de hacer en la tierra de Jerusalén.
O quizás simplemente la portaban de esta forma como deferencia a Tierra Santa ( Jerusalén) que era el fin de todo peregrinaje.
Hay quien dice que la citada cruz fue una mala interpretación realizada por los Caballeros del Santo Sepulcro, en su apresuramiento por borrar las marcas de identidad del edificio; como es el caso de los símbolos del Tímpano. Ya que esta Iglesia les fue entregada el 25 de Noviembre de 1325 (trece años después de la supresión oficial del Temple) ya que a la disolución del Temple y en el reparto que se realizo de sus bienes esta posesión se entregó a la Orden del Santo Sepulcro de Castilla-León y Portugal-Navarra (según documentos encontrados en el año 1950 donde se atestigua los derechos de propiedad desde 1325 a 1328).
Pero hay algo que olvidan y es que por motivos que permanecen ocultos el Rey Godofredo de Bouillón se apresuro a quitarles la cruz Patriarcal a los Caballeros del Santo Sepulcro en el año 1099, cuando creó la Orden de Notre Dame du Mont de Sion de la que saldrían algunos Templarios como brazo armado hacia 1114, dándoles a cambio a los Sepulcristas la Cruz quíntuple que simboliza las cinco llagas del Señor (Torres del Río) a pesar de esto Los Sepulcristas se obstinaron en utilizar la Cruz Patriarcal todavía durante un tiempo, junto a la nueva Cruz quíntuple, lo que a dado lugar a numerosas confusiones sobre todo en España. ( Marques D´Albon, Cartulaire Generale de L´Ordre du temple, Paris, 1913, págs. 2 y 3 docs. III- IV 1125; Arbois de Jubainville, Histoire des Ducs et des comtes de Champagne, Paris, 1859-69, vol. II, Págs. 113 y 114.

La Cruz Paté

Es una Cruz que abre sus extremos a los 4 puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste. Se abre al mundo al universo.
La Cruz Paté con sus cuatro brazos iguales evoca a los cuatro evangelistas, a las cuatro estaciones y a los cuatro elementos: Aire, Tierra, Fuego y agua.
Deriva directamente de la Cruz celta que representa los tres mundos:
– Abred.
– Gwenwed.
– Keugan.
La tradición de los Obreros muestra que la Cruz Paté deriva de la vieja rueda druídica el Crismón de ocho radios. Este símbolo, el Crismón, evoca el inicio, los ciclos (la serpiente que se muerde la cola) y es también un símbolo solar que tiene su máxima expresión en los resplandecientes rosetones de las Catedrales e Iglesias de origen Templario.
Se cree que esta fue la primera Cruz (Ancorada o Paté) que recibieron el 24 de Abril del año 1147 de manos del Papa Eugenio III.

La Cruz de las Ocho Beatitudes

Es una Cruz de “meditación” en su aspecto geométrico.
Que sirve como clave para la construcción y desciframiento del alfabeto secreto de los Templarios. ( Manuscrito del siglo XIII – Biblioteca Nacional de Paris).
Esta clave esta montada, a su vez, sobre otra clave de origen Hebraico, que dio nacimiento a un alfabeto secreto utilizado por los Cabalistas.
Es una Cruz que también la portaron y portan los Caballeros de la Orden del Hospital o de Malta que es como se la conoce hoy en día.
El significado de sus ocho Beatitudes es:
1ª Beatitud:
– Poseer el contento espiritual.
2ª Beatitud:
– Vivir sin malicia.
3ª Beatitud:
– Llorar los pecados.
4ª Beatitud:
– Humillarse al ser ultrajados.
5ª Beatitud:
– Amar la justicia.
6ª Beatitud:
– Ser misericordiosos.
7ª Beatitud:
– Ser sinceros y limpios de corazón.
8ª Beatitud:
– Sufrir con paciencia las persecuciones.
Tras leer sus significados entenderemos la importancia que tuvo esta Cruz para estas dos Grandes Ordenes Militares símbolo de Espiritualidad, Humildad, Honor, Amor al prójimo, etc.

La cruz Patriarcal


La Cruz en cuestión es del tipo conocido como Cruz Patriarcal. Su leyenda dice que en el año 326 un ermitaño acompañó a Santa Elena “La Santa Emperatriz”, ( que era madre del Emperador Constantino) al lugar donde había tenido lugar la crucifixión de Jesucristo en el Gólgota.
Allí la Santa Emperatriz; localizó 5 trozos de madera pertenecientes al madero sagrado; basando esta afirmación en el hecho de que estos habían curado a una enferma que se tumbo sobre ellos.
Santa Elena regaló esa cruz al Patriarca de Jerusalén, que la mandó colocar en una Capilla de la Iglesia del Santo Sepulcro.
Pasaron los siglos y todo siguió mas o menos igual en lo que a la Cruz se refiere, hasta que en el año 1.192 cuando El Emperador Federico II Stauffen iba a autoproclamarse
Rey de Jerusalén, se le aparecieron dos Ángeles de la nada y le arrebataron la Cruz al Patriarca (quien consintió aquel hecho) llevándosela al Cielo en señal de protesta.
4 años después esa Cruz apareció en Caravaca ( cuando esta población pertenecía a la Orden de los Caballeros Templarios) santificando la ciudad y dándole intrínsicamente categoría de “Centro del Mundo.”
Por último recordaremos que según parece; la primera Cruz que portaron los caballeros de la Orden del Temple en el año 1118 ( unos 9 años antes de su oficialización) fue una Cruz Patriarcal de color “bermejo” (rojo) sobre el hombro izquierdo del manto blanco que portaban ( tal y como sucede ahora) ya que aunque se hospedaran en el templo de Salomón allá en tierra Santa, debemos de tener en cuenta que dicho Templo estaba situado junto a la Iglesia del santo Sepulcro y que la relación con los monjes que custodiaban esa Iglesia era excelente, pues hasta les cedieron un trozo de los terrenos pertenecientes a la Iglesia.
Y que la relación con el Patriarca de Jerusalén era también muy buena. De hay que la primera Cruz que portaron fue la Patriarcal aunque luego llevaron otras como la de las 8 Beatitudes, la Tau o la Patada.

La mesa de Salomón

Hace aproximadamente 3000 años Dios le dijo mediante un sueño al rey salomón que construyera el mayor templo de la humanidad.Pasaron los años y se alzó el templo de Salomón en el cual, la parte mas sagrada de este,custodiaba objetos muy importantes ,  entre ellos se encontraba la mesa del poder o mesa de salomón donde se reflejaba el nombre secreto de Dios.
Cada año  Salomón y un joven elegido entraban en la sala para contemplar la mesa del poder, y así mantener el poderoso artefacto en secreto y pasarlo de generación en generación. Después de varios siglos de custodias,  acabó en manos de los visigodos custodiado en el interior de la tierra, bajo Toledo, en una enorme cueva.
Tras la conquista de los musulmanes se le perdió la pista hasta el sigo XX donde documentos encontrados en Jaén dan nuevas pistas. El pueblo judío dejó en España un objeto singular, hasta que encontraron una tabla templaria que era un mapa de los 12 apostemes para encontrar la mesa de salomón
Hoy de ese templo solo queda el muro de las lamentaciones donde miles de judíos muestran su dolor a través de sus gargantas por la gloria perdida de su pueblo 

 

El tesoro más prodigioso  se continua buscando en la actualidad . Se relata que la mesa podría tratarse también de un espejo capaz de matar con su radiación. La última pista del objeto acabó en Jaén, unos libros que recogían información sobre personas de importancia histórica que habían usado parte de su tiempo y dinero para encontrar el objeto
El rey Don Rodrigo en el año 711, intentó buscarla, llegando a la cueva de Toledo donde encontró supuestamente la mesa. Se relata una mesa que reflejaba toda imagen, como un espejo, patas de oro, piedras preciosas incrustadas, y un extraño símbolo sagrado. Este rey relata algo más, al acercarse recibió una premonición, una imagen o voz en su cabeza :
Pasaron pocos días cuando los musulmanes dirigidos por tarik , invadieron toda la península, perdiendo así toda pista sobre la mesa. Rodrigo guardo el secreto del sitio exacto donde se encontraba. invasión buscando la mesa.
La sociedad secreta “los 12 apóstoles” eran unos templarios encargados de guardar y proteger los secretos de jerusalén. Se encontró la lápida de los 12 apóstoles, en la cual se copió las inscripciones de la mesa de salomón. El nombre de Dios figura en la lápida.
El último que acabó de esculpir la lápida murió al instante, porque, sucesos extraños rodean la lápida. Sin duda es un gran misterio que  se a perdido durante milenios

Templarios, breve historia.

Los Templarios son sin duda uno de los enigmas históricos por excelencia, se sabe mucho acerca de ellos y a la vez siguen siendo todo un enigma.
Una época donde la peregrinación a los lugares santos como Jerusalén, se respira un sentimiento religioso muy profundo, pero en los alrededores del 1095 Jerusalén está en manos turcas. Las rutas de peregrinación son altamente transitadas y debido a esto se incrementa el número de asaltantes y de otros peligros que acechan a los creyentes en su camino hacia los lugares santos.


Se crea la orden de los Templarios, monjes y caballeros guerreros a su vez, se comenta que en su principio 9 caballeros formarían la orden de los Templarios, pero en realidad esto no se sabe a ciencia cierta, ya que no son pocos los investigadores e historiadores que apuntan a que este número sería algo mayor, posiblemente 12, aunque hay que tener en cuenta que cada caballero templario tenía un numeroso séquito.
Siendo monjes, un ejercito de Dios, debían llevar una vida espiritual, pero a la vez entrenados para la más cruenta batalla,, tal orden contaba con el privilegio de la autonomía, es decir dependían directamente del sumo pontífice, tenían independencia económica y poder sobre las conquistas.
Afincados en Jerusalén, su principal propósito era escoltar y defender a los peregrinos, en su principio el pequeño número de integrantes de la orden no permitía acciones mayores e incluso un número de 9 podía en ocasiones ser insuficiente, medio siglo más tarde su número se vería acrecentado de forma notable, expandiéndose por otros países como Reino Unido o Alemania, tal expansión conllevó un gran aumento de las posesiones, de las riquezas de la Orden del Temple.
A pesar de que se coincide en señalar que originariamente esta orden fue creada con motivos de protección, otros tantos historiadores apuntan la posibilidad de que su cometido incluyera la búsqueda de tesoros o reliquias, tan valiosas en aquella época y a las cuales se atribuían cualidades especiales y poderes, en realidad no se conoce ningún documento escrito que atribuya a los templarios la protección de las rutas hacia los lugares santos.
Su cuartel general se ubicaría en el lugar del mítico Templo de Salomón, cosa que aumentaría para algunos la posibilidad de que de seguro aprovechasen este lugar y su estancia para dedicarse a la búsqueda de quien sabe que reliquia o tesoro, posteriormente se encontrarían túneles y en su interior aparecieron en excavaciones algunos elementos de los templarios, pocos pero que confirmarían la posibilidad de que emprendiesen búsquedas.


Aparecen escritos en donde se asegura que los Templarios poseían un trozo de la auténtica cruz de Cristo. Los Templarios han sido relacionados con gran parte de las reliquias por excelencia, como el Arca de la Alianza o incluso con el Santo Grial, en sus primeros años la orden del Temple no admitía nuevos miembros, ya fueran nueve o doce, lo cierto es que un halo de secreto envuelve sus actividades. Según la leyenda se cuenta que el rey Salomón fundó una “Logia de perfección”integrada por maestros y que precisamente nueve caballeros guardaban con sus nueve espadas la cripta sagrada que albergaba el Arca de la Alianza, nueve elegidos para combatir a los infieles, nueve hombres que se comportarán como monjes, santos y sin posesiones, decir a este respecto que los caballeros Templarios al ingresar en la orden donaban a ella todas sus posesiones, nueve hombres con una tarea por encima de todo.
En esta época abundan los romances en torno al Grial y la leyenda se asocia rapidamente y se vincula a los templarios, a pesar que aún a día de hoy desconozcamos lo que es en realidad, posiblemente la copa, el cáliz en donde José de Arimatea recogiera la sangre de Cristo y al cual se le atribuyen cualidades milagrosas.

Uno de los temas más asociados a la orden del Temple es sin duda alguna su relación con un tesoro, con “El tesoro de los Templarios”
En 1952 Los Manuscritos del Mar Muerto parecen revelar el inventario de un tesoro, compuesto por más de 200 toneladas de oro y plata, nuevamente este tesoro es asociado con la orden del temple.
Ciertamente y tras su regreso a Europa se convierten cada vez en más poderosos y en muy poco tiempo, reciben grandes donativos económicos y tierras. Monjes y militares en nombre de Dios.
Alrededor de 1248, el Rey de Francia, Luís IX decide convocar una nueva cruzada, la Séptima Cruzada, pero en esta ocasión no sería hacia Jerusalén si no hacia Egipto, pero para su desgracia, la táctica de sus adversarios y la peste les llevaron sin remedio alguno a la derrota. En 1291 cae San Juan de Acre junto a los últimos caballeros templarios en una nueva cruzada para recuperar Tierra Santa. Tras esta derrota mudarían su cuartel a Chipre.
El día 13 de octubre de 1307, se ordena la detención de todos los caballeros templarios y el requisamiento de sus bienes, Jaques de Molay, último gran maestre de la orden del Temple y los últimos caballeros fueron encarcelados y torturados para que confesaran los cargos mediante los cuales se les acusaban, herejía. Del todo seguro una estratagema para apoderarse de sus cuantiosas pertenencias y una manera de librarse de quienes habían obtenido gran poder.
Más tarde el sumo pontífice anularía el juicio a los templarios, pero las acusaciones habían sido admitidas y servirían de base para procesos siguientes.
El proceso contra los templarios sería abierto más tarde, el mismo rey Felipe el Hermoso contribuiría a ello, el Papa volvería a interesarse por el tema devolviendo sus poderes a la comisión papal para que estudiasen nuevamente el caso. En el proceso judicial no se lograría probar la conducta herética de los templarios, pero hay que decir que contaron con una defensa más que defectuosa. El Papa indeciso y acosado por la corona de Francia procede a la disolución de la orden mediante un decreto apostólico y no por la vía judicial.
Pero su último gran maestre y algunos caballeros templarios habían confesado su culpabilidad aún siendo debida a la tortura, por ello se realiza delante de la catedral de Nôtre Dame la lectura del acta de conciliación en un evento público, pero en esos momento Jaques de Molay recupera su valor y proclama la inocencia de los caballeros templarios e incluso dice estar dispuesto a la muerte, inmediatamente es arrestado, condenado como herético de forma reincidente y condenado a morir en la hoguera. Quemados frente a la catedral. Sus partencias fueron repartidas entre los diversos estados, en el resto de Europa las condenas fueron menos severas, pero esto supuso el fin de la orden de aquellos caballeros que nacieron con el prepósito de salvo guardar los caminos santos.

(Acusación de los templarios y representación de la quema en la hoguera en Francia)

Caballeros Teutónicos

La Orden de los Caballeros Teutónicos cuyo nombre completo es Orden Teutónica del Hospital de Santa María de Jerusalén, fue una orden religiosa y militar fundada por cruzados alemanes entre los años 1190 y 1191.
Los caballeros Teutónicos también como los Hospitalarios habían empezado como una orden caritativa (Actualmente lo es) y cuidaban a los peregrinos alemanes, primero en Jerusalén y luego construyendo un hospital, para los caballeros alemanes heridos, en las afueras de la ciudad de Acre (Palestina), durante el sitio por Ricardo Corazón de León en 1191.
La Orden contuvo a los caballeros, sargentos (hombres experimentados que no eran caballeros) y sacerdotes; los caballeros tenían que ser legítimo alemán, y descendiente de caballero.
Luchando en Palestina, murieron caballeros Teutónicos junto a Templarios y Hospitalarios, hasta el sitio y posterior retirada de Acre en 1291.
Pero ellos ya habían empezado a luchar la guerra santa en un nuevo frente, los estados bálticos de Europa nororiental.
El Rey de Hungría y el Duque de Masovia estaban luchando contra los miembros de una tribu de Prusia y habían traído a los caballeros Teutónicos para su ayuda.
El Gran Amo de los caballeros, von de Hermann Salza, estaba de acuerdo en luchar a cambio de la concesión sincera de un territorio a los caballeros donde pudieran radicarse permanentemente.
La Cruzada Norteña se lanzó en serio aproximadamente en 1230, aunque las campañas más pequeñas habían tenido lugar antes de esta fecha. El Caballero Teutón combinó sus fuerzas con las órdenes locales más pequeñas de los Hermanos de la Espada y el Orden de Dobrin que había estado luchando en Livonia (Ahora Letonia, Estonia, Lituania).
Las condicionesbajo las que ellos lucharon eran muy diferentes de la Tierra Santa, donde sus enemigos eran algo superior en civilización y por lo menos iguales en habilidad militar y tácticas.


En la oscuridad, bosques húmedos y pantanos de la Europa norteña ellos estaban deshuesándose contra los paganos salvajes que lucharon con persistencia inquebrantable y ferocidad contra los caballeros acorazados.
Los Prusianos y las tribus lituanas, eran al principio, resistentes a la Cristiandad; y la guerra se volvió cruenta de tal manera que no fue tomado ningun prisionero.
Los caballeros eran menos numerosos, pero su tecnología era superior. El Prusiano se especializó en correrías y emboscadas pero no tenía la organización o el equipo necesario para sitiar los asentamientos fortificados del enemigo.
Después de los éxitos iniciales, se invitaron alemanes a pasar a Prusia y colonizarla; el Prusiano que había sido vencido se volvió su siervo.
A lo largo del decimotercer siglo, cuando los Caballeros Teutónicos pensaban que la región había sido conquistada, grupos restantes de resistencia Prusiano atacarían por la noche, quemarían los nuevos pagos Cristianos y matarían a sus habitantes.
Los caballeros intentaron invadir al Cristianismo ortodoxo declarado en Rusia pero fueron derrotados decididamente por ejércitos rusos unidos bajo el Príncipe Alejandro Nevsky en una batalla en la superficie helada del Lago Peipus en 1242. El mismo año ocurrió un levantamiento mayor en Prusia que tomó treinta años para controlar.
En el decimocuarto siglo ellos habían establecido un mando firme de Prusia y habían estado concentrando sus esfuerzos contra los lituanos, la ultima nación pagana en Europa.

A estas alturas el prestigio de la Orden era alto y se volvió una universidad del proto-ejército, donde los nobles jóvenes y los caballeros de todos los estados de Europa podían ganar experiencia de guerra real.

En 1386 Gran Duque Jagiello de Lituania se convirtió a la Cristiandad, renombrado como Wladislaw II, cristianizo su pueblo, pero a pesar de esto, los caballeros lo vieron con sospecha.
En el futuro, las disputas de la frontera y sucesivas hostilidades entre Polonia y Prusia, llevaron a la guerra; Wladislaw organizo un enorme ejercito, incluyendo polacos, bohemios, húngaros, Checos, cosacos, y tártaros así como lituanos (cualquiera que tuviera rencor contra los caballeros o su estado de Prusia).
Y en la Batalla de Tannenburg en 1410 los caballeros Teutónicos sufrieron una derrota terrible de la que nunca se pudieron recuperar totalmente, pierden su Gran Amo y cientos de sus mejores caballeros y hombres armados.


Desde aquel momento el poder de la Orden y el tamaño de sus dominios menguó. Casimir IV tomó la parte occidental de Prusia en 1466 y el Gran Amo se volvió su vasallo; se desunieron los territorios del Orden en Livonia y se volvieron un ducado secular en 1591.
La Orden continuó existiendo en el sur de Alemania hasta que fue disuelta por Napoleón en 1809. Renació en Austria en el año 1834 y mantuvo su identidad a lo largo de todo el siglo XIX pero su actividad estuvo restringida a obras de caridad. En 1918 fue encabezada por un sacerdote y en el año 1929 se restauró por completo su disciplina religiosa.
Con la excepción del periodo de la II Guerra Mundial, la Orden Teutónica se mantiene como una institución asistencial y caritativa desde 1929. Su cuartel general está en Viena, aunque posee casas en diversas zonas de Austria, Italia y Alemania.

Caballeros Hospitalarios

Los Hospitalarios, como su nombre lo indica, había sido originalmente un grupo caritativo que asistia a los peregrinos enfermos y cansados en el Hospital de St John en Jerusalén.
Su servicio en el Este era paralelo al de los Templarios , y el más grande y más famoso de los castillos de los cruzados (Krak de Chevaliers ) fue construido por ellos .
Después del otoño de Acre, se retiraron brevemente a Chipre pero ya habían hecho planes para su nuevo papel.
Durante algunos años habían construido y comandado una flota de naves que proporcionaron suministros al reino Cristiano y comercial, y también contuvo los piratas del mediterráneo oriental.
En 1307 compraron la isla de Rodas y hicieron su oficina principal allí. Continuaron sus funcionamientos navales, fortificaron el pueblo y puerto de Rodas, construyeron una fortaleza por el Gran Amo y un gran hospital para el enfermo.
También se reorganizaron para que se agruparan los caballeros de cada nacionalidad diferente, cada uno en su propia "Posada", y cada uno tenia una responsabilidad por una sección del pueblo y defender su parte de la muralla .
Para finales del decimocuarto siglo ellos no eran una molestia, pero los musulmanes no estaban contentos tener semejante poder cristiano, fuerte y firmemente establecido en el mediterráneo oriental.
En 1435 Rodas fue atacado por el ejército del Sultán Baybars, pero después del sitio de un mes del pueblo, los caballeros salieron inesperadamente y los pusieron en retirada.
El poder del Imperio bizantino estaba derrotado ( más bien una propia meta por parte de los cruzados que habían saqueado Constantinopla en la Cuarta Cruzada en 1204, debilitando el imperio irrevocablemente ) y, cuando los Turcos tomaron Constantinopla finalmente en 1453, Los Hospitalarios en Rodas era el único fortín cristiano en el este.
En 1480 un gran ejército de Turcos bajo Palaeologos Pasha desembarcó y trató de capturar el pueblo bombardeando las paredes a cañonazos.
Gracias a la dirección inspirada y la planificación cuidadosa del Gran Amo, D'Aubusson, este ataque también fue repulsado por los caballeros, aunque casi la mitad perdió sus vidas en la defensa de su ciudad.
En 1522 fruto de un gran esfuerzo lograron entrar, con los inmensos ejércitos de Suleiman el Magnífico bajo el orden de su Gran Visir, Pir Mahomet Pasha.
Después de seis meses de resistencia heroica los caballeros se rindieron y le fueron permitidos dejar la isla, después de haber ganado la admiración de sus enemigos y el mundo occidental.
El Emperador Carlos V que había sido conocido por su valor aunque incapaz para enviarles ayuda, donó su próxima casa en Malta.
En 1565 ellos fueron atacados una vez más por las fuerzas de Suleiman el Magnífico, ahora un hombre viejo de setenta.
La historia de cómo los caballeros se resistieron al sitio de Malta, bajo la dirección de su Gran Amo, Jean del la Valette, es uno del más emocionante e inspirador de la epoca.
La fuerza diminuta, de quizás 700 caballeros y 1500 hombres, logro derrotar el poderío del Imperio turco gracias a la preparación meticulosa y el valor excelente.

Krak de los Caballeros


 

 Esta fortaleza, en la actual Siria, perteneció a los caballeros del Hospital, la otra gran orden militar junto con el Temple.

La batalla de Hattim

 

 En 1186, el aventurero Renaud de Châtillon atacó una caravana egipcia, rompiendo la tregua con el sultán Saladino; así comenzó la guerra entre éste y el reino de Jerusalén. El 1 de julio, Saladino vadeó el Jordán al frente de 30.000 guerreros. Guy de Lusignan, soberano de Jerusalén, marchó a su encuentro con 20.000 hombres, incluidos 1.200 caballeros, entre ellos unos 200 templarios y 150 hospitalarios. Era el mayor ejército jamás reunido por los estados cruzados de Oriente, y fue masacrado en Hattin. Miniatura por loyset Liedet. hacia 1460.

Misterios y Leyendas Templarios

Hay un hecho extraño ya en los inicios del Temple que cuestiona el sentido mismo de la Orden. Durante sus primeros nueve años de existencia no se incrementaron nuevos caballeros ni entraron en combate y, a decir de algunos de los testimonios, se temía ese momento pues aunque tenían numerosos adeptos no se les había preparado adecuadamente. Si a ello se suma la mencionada inconsistencia teológica, cabe pensar que sus fines o al menos sus objetivos más importantes fueran otros. En este sentido, no es de extrañar que su historia aparezca especialmente ligada a las sagradas reliquias: la Lanza de Longinos, el Sudario de Jesús, el Santo Grial… o el propio Arca de la Alianza.
Algún autor como Charpentier, en Los Misterios Templarios, ha aventurado la hipótesis de que los primeros templarios buscaron y encontraron el Arca en las caballerizas del que en otro tiempo fuera Templo de Salomón y donde se alojaron (actualmente la mezquita de Al-Aqsa), siendo escoltada secretamente a Francia. El Arca de la Alianza era un recipiente de oro, rematado con alas de querubines y en la que se custodiaba, entre otras piezas relevantes, las Tablas de la Ley con las que Moisés había suscrito la alianza del pueblo judío con Yahvé. En tiempos de Salomón el Arca estaba depositada en el santa santorum del Templo que mandó construir. Maimónides, filósofo árabe, citaba a propósito de ello la existencia de una cavidad secreta bajo el Templo con el objeto de esconderla en caso de destrucción -como así sucedió- y en el que presumiblemente los templarios estuvieron excavando.
Con el Arca, indica el autor, debieron encontrar además patrones y medidas propias de la geometría sagrada empleada en el Templo de Salomón y que después utilizarían en la construcción de las catedrales góticas. Atrevida suposición, pero de alguna manera explicaría también la repentina irrupción del arte gótico en la Europa de 1130, un enigma que la investigación histórica siempre se ha planteado.
Tan distinto del románico, que le precede, el estilo gótico tiene un refinamiento y una complejidad que no puede considerarse evolucionada del románico y, sin embargo, aparece de repente, casi siempre en las abadías cistercienses íntimamente ligadas a la fundación del Temple.
Si el románico llega a su plenitud después de múltiples mejoramientos a partir del estilo romano y bizantino, el gótico, comparativamente mucho más complejo, surge sin embargo, sin solución de continuidad, de golpe, completo y total. Aparece después de la primera cruzada y especialmente tras el retorno de los Caballeros templarios con su secreto, de estimarse cierta dicha suposición.
Un secreto que tendría que ver con la utilización de una geometría sagrada en la construcción de templos y catedrales. Depositarios de una tradición oculta, con sus capiteles y gárgolas, con sus galerías, la altura de sus agujas y campanarios bien pudieran desvelar conocimientos heredados del antiguo Templo de Salomón o bien de Moisés, quien sin duda estaba formado en las técnicas constructivas del antiguo Egipto. De allí obtendrían, siguiendo con la hipótesis de Charpentier, las relaciones geométricas que emplearían poco después en la construcción de las catedrales. De hecho, se van a encontrar en ellas multitud de inscripciones relacionadas con los templarios. La catedral gótica de Chartres por ejemplo, muy cerca de Paris… o las más tardías Capilla de la Abadía de Rosslyn, en Escocia, y la iglesia de Saint-Merry contienen inscripciones sobre las sagradas reliquias además de las relativas al Arca o a otras expresiones iniciáticas y ritualísticas. En el pórtico de esta última, construido por lo demás en el XIX, se encuentra una de las representaciones más claras de lo que podemos conocer como el Bafomet.
El hecho de que se hubiesen llevado secretamente a Francia algún tipo de documentos u objetos, enlaza con un suceso extraño que aparece siglos después, en 1885, en una población del sur de Francia llamada Rennes-le-Château. Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, autores de El Enigma Sagrado, sacan a la luz una tradición oculta que enlaza con las leyendas sobre el Grial, el culto a Maria Magdalena, los Cátaros, la Orden de Sión… así como otras que circularon durante el medioevo -ahora, con presunción histórica y profusamente documentadas- y de cuyo secreto eran conocedores, según observan los autores, los propiosTemplarios.
 
Parten de la suposición de que el Grial, la copa de la última cena y en la que José de Arimatea recogiera la sangre del Cristo crucificado, hubiera viajado junto a una pequeña comunidad cristiana hacia Europa, en concreto, hacia el Sur de Francia o al país de Gales, Inglaterra, dependiendo de la tradición del lugar. En todo caso, lo significativo de ello es que como cabeza de la incipiente comunidad cristiana estaba María Magdalena, quien aparece además como esposa de Jesús y embarazada de él. Los merovingios, siguiendo la línea interpretativa de los autores, reivindicaron este linaje, que habría sido preservado a lo largo de la historia por la Orden del Priorato de Sión. De hecho, hay quienes consideran que la expresión Grial proviene de San Greal, Sangre Real, lo cual entroncaría además con la propia legitimidad al trono de Israel de Jesús de Nazaret, pues descendía a su vez de rey David…
Hay quienes avanzan incluso que el culto a María, profesado por los templarios -quienes solían dar a sus catedrales el nombre de Nuestra Señora- estaba referido a María Magdalena. El poco conocimiento riguroso que se tiene de la Orden ha dado pábulo y entrada a un supuesto sincretismo pagano que con ellos se habría instalado dentro de la tradición cristiana. Llegado este punto, e independientemente de que tales extremos fueran o no constatables, lo cierto es que sus Vírgenes Negras podrían, por otra parte, enmascarar antiguos cultos de otras tradiciones paganas. Guardan relación, según esta heterodoxa línea de interpretación histórica abierta, con el culto a la madre Tierra que pervivía en la cuenca mediterránea antes del cristianismo. Y aquí nos remontamos al Egipto faraónico, dado que los antiguos egipcios identificaban el color negro -el que tenía el limo del Nilo cuando se desbordaba nutriendo la cuenca- como una prueba inequívoca de la fertilidad de la tierra.
Era un culto esencialmente femenino, basándose en el hecho de que la Tierra, al igual que la mujer, era procreadora de vida. Una explicación que entronca con la que Fulcanelli daba en El Misterio de las Catedrales, cuando nos indicaba que la imagen de la diosa Isis en basalto negro era venerada en las criptas de los antiguos templos egipcios. De manera análoga, las representaciones con su hijo Horus en el regazo pasarían a formar parte de la iconografía cristiana, a lo largo y ancho de la historia del arte religioso de occidente, a través de las prolíficas escenas de maternidad en las que la Virgen aparece junto al niño.

Juramento Templario

 
 
 Este juramento, que se realiza en la ceremonia de la VELADA DE ARMAS, implica la verdadera iniciación en la Orden del Temple. Es un acto interno y secreto, a diferencia de la INVESTIDURA que es un rito público y entre hermanos, en donde no tienen valor los grados y dignidades: Sólo hay Aspirantes o Postulantes y Caballeros / Damas.
       Aquí es donde se cumple el mutuo acuerdo y aceptación entre el Aspirante y la Orden que lo acoge. No hay proclamas ni discursos, pues es un acto privado en el que el Aspirante manifiesta sus cualidades y deseos de pertenecer a la Milicia de Cristo, mitad monjes y mitad soldados.
       La Orden dispone para este rito de tres representantes: El Maestro de Ceremonias (M/C), que regula, ordena y dirige el acto. El Capellán, que inquiere las virtudes cristianas y monacales del Aspirante, y el Maestro de Armas (M/A) que establece la idoneidad del soldado.
       El recinto de la VELADA DE ARMAS es un lugar cerrado y amplio, restringido al público y no se permiten fotografías, ni grabación de imágenes o sonido.
       El Acto ritual termina con las palabras del Gran Maestre:
       “Sed bienvenidos a la Orden del Temple. Mañana recibiréis  la investidura como Caballeros o Damas templarios y el mundo sabrá de vosotros y de vuestro compromiso. Sed fieles a vuestro juramento y luchad por un mundo mejor, siguiendo el Evangelio de Cristo y procurad la fortaleza de la Orden, para que por vosotros pueda desempeñar la misión que una vez le fue encomendada”

ESTRUCTURA DEL RITO MASÓNICO TEMPLARIO

 
El Rito Masónico Templario siempre ha sido irregular o salvaje
según los criterios establecidos por la Masonería, ya que carece de un
mecanismo de estructuración jurídica como lo es un Gran Oriente o un
Gran Priorato. Lo que en términos masónicos se conoce como bajo el
cobijo de la bóveda celestial. Este hecho ha sido el causante de que incluso muchos militantes de la Masonería desconozcan la existencia del Rito Masónico Templario.
Las logias del Rito Masónico Templario son muy escasas y se
encuentran principalmente en Europa, aunque militantes de este tipo de 3 Francmasonería han confesado tener presencia también en el continente americano. Pero como ya se dijo con anterioridad todas las logias masónico-templarías son irregulares y difícilmente podrán ser reconocidas por Grandes Orientes, lo que hace más difícil su expansión.
El Rito Masónico Templario consta de 13 grados, tres azules y diez
filosóficos:
1. Aprendiz de Masón
2. Compañero Masón
3. Maestro Masón
4. Sublime Maestro e Íntimo Asistente Real
5. Director de Templos y Justiciero Hebreo
6. Gran Maestro Arquitecto
7. Arco Real
8. Soberano Príncipe Rosa-Cruz
9. Noaquita
10.Príncipe del Tabernáculo
11.Caballero de la Serpiente de Bronce y Soberano Gran Comendador
del Templo
12.Caballero Kadosh
13.Caballero Templario
Se sabe que los Francmasones que alcanzan el máximo grado del
Rito Masónico Templario pueden llegar a adquieren un nuevo estatus, por así decirlo, ya que son candidatos para conformar una Orden de caballería completamente jerárquica y secreta, la cual es conocida como la Orden de los Caballeros Templarios (considerada como la misma que fundo Hugues de Payen e intento destruir Felipe IV de Francia). Cabe destacar que es muy difícil poder aspirar a ser miembro de la Orden del Temple, aun cuando se posea el máximo grado del Rito Masónico Templario, puesto que se considera como el nec plus ultra de la Francmasonería mundial.
Investigadores de las sociedades secretas postulan que la Orden del Temple encubre su subsistencia mediante la presencia de todos los Ritos
Francmasónicos existentes, principalmente el Rito Masónico Templario, y
toda la serie de teorías que se han formulado sobre el cuidado de un enigma que podría derrumbar las bases de la sociedad moderna.
Existe en el Rito Masónico Templario la figura del Gran Maestre y
es considerado como el sucesor en línea directa de todos los Grandes
Maestres de la Orden del Temple. El Gran Maestre es el líder de la
Masonería azul y filosófica del Rito Masónico Templario, y a su vez, funge
como principal cabeza de la Orden de los Caballeros Templarios. No sé 4
sabe con certeza quienes han ocupado este puesto, lo que hace aun más
secretas a este tipo de prácticas masónicas. Teóricos de conspiraciones han manifestado abiertamente muchos nombres de distintos ámbitos, entre los que destacan el político y el artístico, de esta manera se ha comentado que el actual Gran Maestre del Temple es el ex presidente francés Jacques Chirac; recientemente, también corrió el rumor en panfletos parisinos que el actual Gran Maestre es el Presidente Electo de Norteamérica, el demócrata Barack Obama. En el medio artístico y literario se han escuchado nombres como los de Francis Bacon y Alejandro Dumas.
Algunas publicaciones europeas de dudosa procedencia afirman que
el último Gran Maestre del Rito Masónico Templario fue el estudioso
francés de los mares Jacques Yves Cousteau y que desde su muerte no ha surgido un candidato apto para ocupar el puesto. Otros defensores de esta hipótesis sostienen que el Gran Maestre se dará a conocer en público en el año 2010, trayendo consigo la edificación del Primer Gran Oriente del Rito Masónico Templario a nivel mundial, y por lo tanto el resurgimiento de los Templarios en todo el planeta.

EL CODICE SECRETO TEMPLARIO


                   
Mucho se ha hablado, sobre la existencia de un Código Secreto Templario. Unos dicen que se escribió sobre los extremos de la cruz flamígera. Probst-Mirabent, citado por Gerard de Sède, cree haber descubierto la existencia de un alfabeto secreto desarrollado en la cruz que llevaban los templarios bajo el escudo de armas, con puntos y reforzamiento de las líneas en los cuatro brazos y ocho puntas. Otros, con letras intercambiadas. Sin embargo unos y otros pueden estar en lo cierto desde que existe la posibilidad de la existencia conjunta de más de un código. No es novedad decir que se compone o utiliza un código para escamotear un secreto a los profanos. ¿Para qué querían los templarios un código secreto?
La respuesta es de Perogrullo: porque debían manejar material o información secreta. El secreto en sí, a su vez, tanto puede ser profano o no. Vale decir, en su caso, transmisión de información militar, comercial o trascendental por no decir religiosa o esotérica. Ya hemos hablado suficientemente de sus campañas militares y de las funciones bancarias que desempeñaron; en ambas es necesario la discreción, el sigilo o el secreto. En lo religioso, la transmisión de ritos y principios se hace sólo a iniciados, usualmente en forma verbal y nunca por escrito.
Más en ocasiones es necesario emplear la escritura. ¿Podía quedar un mensaje de esa naturaleza expuesto a cualquier curioso? Hoy en día, ¿conoce el público en general la fórmula para armar una bomba atómica?, por poner un mal ejemplo. Según Drosnin, por otra parte, en la Torá, es decir los cinco primero libros del Antiguo Testamento, existe al menos un Código Secreto, parcialmente develado por el matemático israelí Eliyahu Rips con la colaboración del físico ruso-israelí Doron Witztum. Según esos autores, todo lo que viene ocurriendo está escrito allí… el problema es saber encontrarlo.
Otras veces la idea está naciendo y es necesario, según un viejo principio alquímico, mantenerla en la mayor oscuridad, tanto real como simbólica. ¿No nace acaso un ser vivo en la más profunda oscuridad, no germina la semilla en ausencia absoluta de luz?
También podría haber ocurrido que el contenido de un secreto hallado, pongamos por caso, un papiro, hubiera de ser conocido por algunos pocos.
Para lo cual no es necesario, posible o conveniente, trasladar el papiro, sino simplemente hacer una copia de él. Pero ¿cómo puede ser conocido y difundido – entre elegidos siempre- ese contenido si no es mediante códices?
Presiento que algún lector, con justicia, preguntará ¿y los hospitalarios o los teutones, también tuvieron códigos? No lo sé, no he estudiado con detenimiento esas Ordenes, pero al momento, por lo poco que sé, no los tuvieron. ¿Y por qué no? Tal vez porque no lo necesitaron. Tal vez porque no tenían nada tan precioso que ocultar como los templarios.
Según parece, uno de los primitivos investigadores de los Rollos del Mar Muerto, Hugh Schonfield, descubrió en ciertos rollos un código hebreo que llamó la clave Atbash, utilizada para ocultar los nombres de las personas.
Parece ser, según ese estudioso, que los templarios lo utilizaron. Una de las acusaciones contra el Temple fue la de adorar a una cabeza, un especie de ídolo, al que se lo llamó Baphomet que nunca fue encontrado y no existieron dos templarios que lo describieran igual, para algunos tenía barba y cuernos, otros atribuían pechos de mujer, otros decían tenía cuatro patas y otros dos.
Pues bien, Schonfield escribió en hebreo esa palabra y aplicó el código Atbash. El resultado: Sofía, sabiduría (Knight y Lomas). Drosnin, Michael. El Código Secreto de la Biblia, Planeta, 1997, Barcelona. Knight, Cristopher & Lomas, Robert. La clave secreta de Hiram. Faraones, Masones y el descubrimiento de los rollos de Jesús, Grijalbo, 1999, México. Sède, Gerard de. Los Templarios están entre nosotros, Sirio, 1985, Málaga.

El Símbolo de la Rueda

 LA RUEDA Y SU SIMBOLOGÍA
Tal vez de entre los símbolos sacros de todos los pueblos sea el de la Rueda el más universal. Ello se debe, por un lado, a que este símbolo aparece unánimemente, directa o indirectamente tratado en todas las tradiciones y parecería ser consubstancial al hombre, por otro, a que la misma universalidad de los significados de la rueda y su conexión directa o indirecta con los demás símbolos sagrados, en especial números y figuras geométricas, hacen de ella una especie de modelo simbólico, una imagen del cosmos.
La rueda en el plano, es un círculo y la circularidad es una manifestación espontánea de todo el cosmos; por lo tanto esa energía ha de provenir de un punto central que la irradia, tal el caso de una rueda, símbolo del movimiento y también de la inmovilidad, que puede girar y reiterar sus ciclos posibilitando la marcha, merced a un eje inmóvil.
En el plano esto se representa como un centro del que la circunferencia extrae su forma (con cordel o compás es imprescindible tener un punto fijo para trazar la circunferencia) por irradiación, tal cual la energía potencial del eje se transmite a la llanta por mediación de los rayos de las ruedas, análogas al radio de la circunferencia; cualquiera que traza una circunferencia sabe que ésta depende del punto central y no a la inversa.
Entre el punto central y la circunferencia se configura el círculo; el valor aritmético asignado al primero es la unidad, que es una representación natural del punto geométrico, y a la segunda el nueve, que es el número del ciclo por ser el de la circularidad, como más adelante veremos.
La suma de ambos nos da la decena (1 + 9 = 10) que es modelo numérico de la tetraktys pitagórica, el cual puede ser puesto en relación con cualquier otra aritmosofía, ya que los números –y las figuras geométricas– son módulos armónicos arquetípicos, válidos en todo lo manifestado y por lo tanto para cualquier tiempo y lugar dentro de este ciclo humano.

Templarios, el fin.

Los Templarios eran el ejército del Papa y significaban un importante centro de poder por su fuerza militar, su dominio estratégico en Europa, especialmente en Francia, y sobre todo por sus enormes riquezas, lo que les convierte en el sistema bancario más importante del mundo. Por eso un rey empeñado en afirmar su autoridad absoluta tenía que terminar con la Orden del Temple, y no por ejemplo con la del Hospital, que se comportaba y organizaba de un modo completamente distinto.
Los "sepultureros" de los Caballeros del Temple fueron el Rey de Francia, Felipe IV "el Hermoso", el Papa Clemente V y los dominicos, orden muy experta en estas jugadas. La tónica del monarca francés fue un intento de absolutismo, para lo que le estorbaban los Templarios por su exención jurisdiccional y su poderío económico, que humillaba a un soberano lleno de deudas.
Felipe IV de Francia, "El hermoso"
Felipe IV
Hasta el momento del proceso sólo se les achacaba su orgullo, vicio censurado hasta por los pontífices romanos que en la persona de Nicolás IV quiso unirlos a los Hospitalarios "para moderar su soberbia". Felipe IV se aprovechó de esta decantada actitud y pidió al Papado que los humillara, diciéndole que no convenía al pontificado una Orden sin control, por su excesivo poder y el peligro de una rebelión. Quién mejor ayudó al monarca fue Esquino Floriano, delincuente habitual que decía haber sido confidente de un templario en las mazmorras de Tolosa y que se proclamaba conocedor de los vicios de la Orden. Otros dicen que era un templario expulsado, sin que hayan trascendido los motivos. El caso es que el rey acogió con agrado aquel costal de infundios que, vertidos en los dóciles oídos de Clemente V, consiguieron que ordenase una inquisición contra los Caballeros del Temple. Floriano aseguraba que al ingresar en la Orden sus miembros renegaban del Salvador, pisoteando y escupiendo la cruz. Que en compensación de su celibato se les permitía la sodomía, pecado que los maestres absolvían. Que adoraban ídolos y que sus sacerdotes omitían intencionadamente en la misa las palabras de la consagración, etc.
Los intentos del francés comenzaron en Lyon, en 1305, con motivo de la coronación del arzobispo de Burdeos, Beltrán de Got, que pasaría a llamarse Clemente V. El nuevo Papa no dio impotancia al asunto, preocupado por el problema de Palestina, ocupada por los árabes, para cuya solución necesitaba de los Templarios. En 1307, Jacobo de Molay, último maestre del Temple, secundando los deseos papales de Cruzada, llegó a Francia para reclutar tropas y abastecerse de vituallas. A su paso por el país escuchó las calumnias propaladas contra su Orden y acudió ante el Papa solicitando un examen formal para comprobar la falsedad de tan burdas calumnias. Accedió Clemente V a sus deseos y así se lo comunicó al monarca francés por carta del 24 de agosto de 1307. Felipe IV, dispuesto a apoderarse de los bienes del Temple, y aconsejado por su ministro Guillermo de Nogaret, decidió adelantarse. El 12 de octubre de 1307, a la salida de los funerales de la condesa de Valois, el maestre Molay y su séquito fueron arrestados y encarcelados, lo mismo que todos los Templarios franceses, y confiscados sus bienes bajo pretexto de la inquisición.
Jacobo de Molay
Jacobo de Molay
Para mitigar el escándalo y consternación que produjo el hecho, el Rey publicó un manifiesto redactado por Nogaret en el que se recogían todas las injurias, ignominias y abominaciones imaginables contra la Orden, involucrando al Papa en el acto. Cuando éste se enteró de la detención y del proceso, reprendió al monarca y envió dos cardenales, Berenguer de Frédol y Esteban de Suisy, para reclamar las personas y bienes de los encausados. Los purpurados, que debían sus cargos al monarca francés, consiguieron convencer a Clemente V de la buena fe real y enconar su ánimo contra los procesados. Felipe IV consiguió la facultad de juzgar a los miembros franceses de la Orden del Temple y administrar sus bienes. Por medio de la tortura, la Inquisición obtuvo las declaraciones que deseaba, pero estas confesiones fueron revocadas por los acusados en la hora de su muerte en el suplicio, lo cual echa por tierra su probatoriedad. Sin embargo las confesiones obtenidas convencieron al venal Clemente V, quién ordenó un proceso en todo el mundo. Sin embargo se alzaron tantas voces de protesta, que el pontífice, por la bula Faciens misericordiam, del 12 de agosto de 1308, mandó formar comisiones diocesanas en toda la Cristiandad presididas por el obispo, dos canónigos y dos parejas de dominicos y franciscanos, para escuchar a los Templarios que desearan defender su Orden.
Las comparecencias debían dar comienzo el 12 de abril de 1309, en París, aunque tardaron varios meses en comenzar, hasta el 22 de noviembre de ese mismo año. La ausencia de torturas y un encarcelamiento más propio de religiosos, provocó que una tras otra todas las acusaciones fueran desmentidas por los caballeros sometidos a interrogatorio, pues las retracciones nacían de la reflexión y no del miedo, lo que comenzó a poner a las gentes a su favor. Pero Felipe IV y sus compinches no podían permitir esa situación, por eso recurrieron a todas sus influencias, para que se organizase con la mayor urgencia un concilio ecuménico de Sens. Lo consiguieron en cinco meses, y fue anunciado por el Papa en la bula Regnan in coelis, la celebración de un concilio en Sens, donde se trataría el problema de los Templarios.
Se inició en Abril de 1310, pero días más tarde empezaron a ser llevados a la hoguera cincuenta y cuatro templarios en las proximidades del convento de Saint-Antoine, por orden del monarca de Francia. Los inocentes fueron llevados a la muerte más atroz sobre unas pilas de leños, elegidos para que ardieran lentamente. De esta forma el suplicio resultó más inhumano. Testigos de este crimen múltiple dejaron escrito que las víctimas murieron proclamando su inocencia, reconociendo la injusticia que se cometía con su Orden y, por último, se pusieron en manos de Dios.
Templarios en la hoguera
Templarios en la hoguera
Además, siguieron quemándose a templarios por distintos puntos de Francia, sin esperar a que se dictaran sentencias definitivas. Unas veces eran los obispos los que firmaban las órdenes, y otras el inquisidor general Guillermo de París, fiel servidor de Felipe el Hermoso. ¿Por qué se dejaron apresar los miembros de la más formidable fuerza militar del mundo occidental? Una de las razones fue sin duda la avanzada edad de la mayoría de los Templarios que vivían en Francia. Después de servir un tiempo en Oriente, muchos habían regresado a Europa para ocupar puestos en la administración. Las caballeros más jóvenes habían sido enviados a Chipre, y en 1307, más del setenta por ciento de la fuerza templaria había sido reclutada en los últimos siete años. En Chipre se preparaban para la acción militar: habían peleado con los sarracenos por Tortosa y esperaban una invasión de la isla por parte de los mamelucos.
En el Concilio de Vienne, entre el 16 de octubre de 1311, y el 3 de abril de 1312 el Papa anunció la supresión del Temple. Los teólogos del concilio eran casi todos franciscanos y dominicos, y ambas órdenes se distinguían por su animosidad y envidia contra los acusados. Antes, los secuaces del rey francés habían recurrido de nuevo a las torturas y nuevamente afloraron las confesiones de adoración demoníaca, prácticas sodomitas y de otros pecados demenciales. La pantomima se había preparado meticulosamente, con ensayo previo incluido y no parecía que nada pudiera fallar a la hora de llevarse a cabo ante el público. Sin embargo, los primeros acusados que se presentaron ante el tribunal defendieron al Temple y amenazaron con poseer un ejército de dos mil Templarios escondido y listo para liberarles, pero ningún ataque se produjo, y por ello los siguientes meses, como nadie se ponía de acuerdo para escoger a los defensores de los Templarios (Jacobo de Molay renunció a ello por ser analfabeto) se parecieron más al teatro que deseaban los detractores de la Orden. A puerta cerrada, los "actores" representaban los papeles que se les habían asignado, sin despertar ninguna emoción. La bula de supresión, Vox in excelso, se firmó el 22 de marzo y se leyó el 3 de abril públicamente.
Por la bula Ad providam, el 2 de mayo de 1312, Clemente V otorgó los bienes de la extinta orden a los caballeros de San Juan de Jerusalén, es decir los Hospitalarios, pero no pudo evitar la depredación por parte de Felipe el Hermoso, quien no sólo no devolvió el dinero que debía al Temple, alegando que cánones prohibían pagar deudas a los herejes, sino que se presentó cínicamente como acreedor de grandes sumas, por lo que los Sanjuanistas hubieron de entregarle 200.000 libras tornesas. El día 6 de ese mes, el Papa dictó bulas para que los "reconciliados y arrepentidos" serían confinados en monasterios y condenados a cadena perpetua. A los cuatro máximos dirigentes del Temple se les reservaba otro juicio más severo, que se celebró el 18 de marzo de 1314.
Retrato del Papa Clemente V
Clemente V
En esa fecha, fueron colocados Jacobo de Molay (maestre) Godofredo de Charney (maestre en Normandía), Hugo de Peraud (visitador de Francia) y Godofredo de Goneville (maestre de Aquitania) encima de un patíbulo alzado delante de Notre-Dame, donde se les comunicó la pena de cadena perpetua. Pero cuando estaba dando comienzo la ceremonia, y mientras los delegados pontificios leían los crímenes y herejías, los máximos representantes de la Orden, los cuales ya llevaban siete años en prisión, se adelantaron para dirigirse abiertamente a las gentes de París, y fue Jacobo de Molay el que exclamó: "¡Nos consideramos culpables, pero no de los delitos que se nos imputan, sino de nuestra cobardía al haber cometido la infamia de traicionar al Temple por salvar nuestras miserables vidas!"
Así habló el último maestre del Temple, con voz alta y firme, ante los cardenales, frente a los representantes del rey y delante de las gentes. Los "arrepentidos" habían dado un vuelco total a la situación. Todo París no hablaba de otra cosa y se había provocado un escándalo que no podía ser tolerado. Incluso se temió el estallido de un motín.
Aquel mismo día, con la puesta de sol, se alzó una enorme pira en un islote del Sena, denominado Isla de los Judíos, donde los cuatro dirigentes fueron llevados a la hoguera. Según se cuenta, antes de ser consumido por las llamas, Jacobo de Molay convocó al Rey y al Papa ante el tribunal de Dios para antes de que transcurriera un año, con las palabras "Dios conoce que se nos ha traído al umbral de la muerte con gran injusticia. No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia. Dios se encargará de tomar represalias por nuestra muerte. Yo pereceré con esta seguridad".
El último Maestre, antes de morir en la hoguera,  convoca a Felipe IV y a Clemente V al juicio de Dios.
Casualidad o no, la verdad es que antes de un año, tal y como aseguró el maestre templario antes de morir, fallecieron tanto Felipe IV como Clemente V. El primero que falleció fue el Papa, a los 37 días. Ya estaba enfermo, pero una noche fue presa de "un dolor insufrible que le mordía el vientre". Sus galenos comunicaron que había muerto "a merced de unos horribles sufrimientos". El rey francés murió el 29 de noviembre, al chocar con la rama de un árbol mientras montaba a caballo por el bosque de Fontainebleau. El golpe fue tan grave que el monarca pereció de una parálisis general, con gran padecimiento hasta su minuto final. ¿Se había cumplido la amenaza de De Molay? Lo cierto es que de esta forma, los Templarios salieron de la Historia y entraron en la Leyenda.
 
 
Desde el punto de vista de las acusaciones y los procesos montados contra ellos por los consejeros del rey de Francia, los Templarios son completamente inocentes. Los procesos son nulos de pleno derecho, alevosamente parciales, incluso aquellos que prescindieron de la tortura. Pero históricamente, la degradación sufrida por su adicción al dinero, al poder y a la política, los condena irremediablemente como culpables. No por haber traicionado a la Iglesia o a la Monarquía, sino por haberse traicionado a ellos mismos, a sus ideales y a sus orígenes.